La voluntad de Dios es mi santificación – 1Ts. 4:1-12


En su voluntad Dios me dice que me aparte de fornicación. Dios me ha dado a una esposa para tratarle en santidad y honor no en pasión de concupiscencia. En otras palabras mi esposa no es un objeto sexual, es una persona a la imagen de Dios y debo tratarla en honor y no mezclarla con el pecado.Cuando Dios me dio a mi esposa me dio gracia, porque yo no lo merecía, gracias a Dios por su gracia. Roger, 16 de Marzo del 2008